Las etapas se van repitiendo…
4. Hay momentos en los cuales me siento tan herida que la decisión de abandonarme al “no más amor para mi” conquista por completo la voluntad.
1. Sucede luego que una mirada irrumpe en mi camino… echa a andar las ilusiones de mi corazón… y una vez más me propongo dejarme llevar… más no hay nada que perder, pues cuento con la experiencia anterior y sé que esta vez lo puedo controlar.
2. Los colores, las mariposas y las estrellas invaden los días y las noches. El sol ya no parece tan lejano… La luna tiene luz incandescente… la llanura merece altísimas montañas… esa mirada… esos ojos… ese tacto… esa piel… atacan cada sentido… Ya no me pertenezco…
3. Es cuando algo comienza a fallar… por así decirlo. Lo presiento, pero mi deja vu no me permite actuar de otro modo: intento retener el agua de una lluvia intensa con un caza-insectos. Sé que soy culpable… pero aún así no puedo dejar de culpar a esa mirada también. Bendito discurso el de no querer lastimarme y llevar todo hasta el último extremo… ¡cuando ya no queda otra opción que aborrecer!
Asímismo ya comienzo a elaborar mi duelo… es un duelo perverso… si… en él se puede advertir esperanza… ¿de qué? NO SÉ. Es inevitable… en algún rincón se sostiene la posibilidad de que ese fallo no es tal… que el presentimiento esta vez es erróneo. Sin embargo termina siendo tal como se lo esperaba… Sólo quedan dudas y bronca ¡¿Por qué tanta mentira?! ¡¿Por qué dejar que un corazón siga ilusionándose con algo que ya murió?! ¡¿Por qué?!
4. Y una vez más la herida abierta… que parece la misma pero es otra nueva… la decisión… que tal vez pronto vuelva a fracasar…
******
No hay comentarios:
Publicar un comentario